A mi madre siempre la recuerdo. Me hace mucha falta, ya que eramos los dos no más. En esa fecha yo tenía 19 años y perdí a mi pilar principal, me quedé solo. En la población la recuerdan como una mujer muy alegre, a la que le gustaba hacer reír a los demás. Pese a sus problemas personales, siempre se veía feliz.

La madrugada del 27 de febrero estábamos en nuestra casa. Fue todo muy rápido y apenas paró el movimiento salimos. A eso de las 5 de la mañana le dije que entraramos a la casa y ella me respondió “sujétame, porque me voy a desmayar”. La alcancé a sentar y luego no me respondió más.

Tan solo quiero agradecerte todo lo que hiciste por mí y decirte lo mucho que te amo, aunque esas palabras sean poco para explicar lo que realmente siento.