Mi papá era una persona muy querida, tenía una personalidad muy especial. Él trabajaba en un supermercado que se llamaba “Blanco y negro”. Vivía en Maule, solito. Estaban separados con mi mamá. Todos los días lo recuerdo, amaba mucho a sus nietas Bárbara, Tabatha, Claudia, Camila e Isidora. Hoy tendría siete nietos, los primeros hombres que son José Miguel y Engel. A ellos no los conoció, pero puedo asegurar que estaría muy feliz viéndolos crecer. Mi mensaje para él es que lo sigo amando como siempre y que no hay un dia de mi vida que no lo recuerde, pero sé que está bién porque estoy segura de que está en el cielo. Enterarme de su partida a sido el dolor más grande de mi vida y, hasta hoy, recuerdo ese infeliz momento como si fuera ayer .