El reloj iba a marcar las 7 de la tarde del 14 de noviembre cuando el periodista Cristofer Espinoza comenzó a grabar la escena que comenzaba a gestarse frente a sus ojos. Desde el piso 12 de un edificio que está emplazado frente a la Plaza de la Independencia de Concepción, el profesional seguía con atención los hechos que ocurrían allí durante esa jornada en que se conmemoraba el primer aniversario del asesinato de Camilo Catrillanca.
Después de la marcha vio cómo un grupo comenzó a congregarse en la esquina de Barros Arana con Aníbal Pinto, alrededor de la estatua de Pedro de Valdivia. Le prestó atención a la escena, porque en otras oportunidades un grupo ya había intentado derribarla –siguiendo el ejemplo de lo que había pasado unos días antes en Temuco-, pero no lo habían logrado, porque “las cuerdas se les habían cortado”, explica. Sin embargo, ese día tuvo la intuición de que lograrían su objetivo.
La tarde de ese jueves la secuencia fue la siguiente: un encapuchado sacó una cuerda que estaba al interior de una bolsa, a los pies de Pedro de Valdivia. Luego, entre varios, se la ataron en el cuello y comenzaron a jalarla. La mayoría eran jóvenes y algunos, incluso, se colgaban de las cuerdas para aumentar la presión. “Intenté grabar varias veces, pero como se demoraron harto, fui borrando esos primeros registros. Hasta que vi que lo iban a lograr y apreté nuevamente el botón”, agrega.
La escena, dice Cristofer, duró entre siete y ocho minutos, hasta que la estatua cayó al piso después de varios intentos. En ese momento, en todo el centro de Concepción se escucharon gritos de euforia.
"Saltaban y gritaban. Después se abrieron paso entre la multitud y lo arrastraron hasta el otro extremo de la plaza, donde está la estatua de Lautaro. Pusieron a Pedro de Valdivia a sus pies. La estructura seguía intacta, apenas sufrió algunos daños menores”.
Una vez que subió el registro a sus redes sociales, el video rápidamente se viralizó y la noticia llegó a los medios de comunicación de Santiago. Sobre lo ocurrido, el periodista reflexiona: “Lo interpreto como un acto de rebeldía, de desobediencia civil por parte de esos jóvenes. Creo que tuvo como objetivo marcar un hito, de desligarse de la conquista”.
El registro de la caída de Pedro de Valdivia solo quedó en las redes sociales de Cristofer, porque la grabación original la borró de su celular por falta de espacio. En su Twitter (@CEspinozaQ) se pueden encontrar varios videos y reportes del estallido social en la Región del Biobío, y el derrumbe de esta estatua es uno de ellos.