Un joven yace tendido en el suelo de la calle Carabineros de Chile, con un tajo en la nariz y otro en la frente. Está rodeado, precisamente, de carabineros. De su boca, sus mejillas y su cráneo solo sale sangre. Otros cuatro efectivos se acercan, dos lo miran de pie y dos están en el piso intentando hablarle. Él está inconsciente.
“¡Cabros, miren! ¡Conchetumadre! ¡No, no, no, pacos culiaos!”, grita con desesperación una mujer.
Cristián Villanueva, vecino del sector, de 23 años, había decidido salir a fotografiar las protestas: “Yo no pude ver bien cómo pasó todo, porque me tapé la cara. Ya todos sabemos la cantidad de daños oculares que se han denunciado, y cuando escuché disparos solo oculté la cámara y cubrí mis ojos, por miedo. Fue un momento muy caótico”.
De lo poco que alcanzó a notar, dice que vio pasar el carro lanzagua y luego al hombre tirado en la tierra, junto a un árbol, con convulsiones: “Los carabineros lo movieron, le sacaron la ropa de la cara y yo me quedé en shock, mirando".
Todo fue producto de un piedrazo, aseguró uno de los efectivos policiales a las personas que observaban al joven. Varios comenzaron a llamar una ambulancia y, mientras esperaban, un equipo de la Cruz Roja llegó a prestar ayuda: “Fue muy rápido, no se demoraron en atenderlo, pero yo lo sentí eterno”.
El video se compartió rápidamente por redes sociales. El rostro del joven, inconsciente, no dejaba a nadie indiferente. Y aunque él se ha negado a hablar con la prensa, sí se contactó con Villanueva. Quería saber lo que había pasado, porque él no recuerda absolutamente nada. Mucha otra gente también le escribió para saber de él. Sus amigos y hasta su hermana.
"Ella me dijo que él recuerda solo a un grupo de carabineros, casi atropellando a la gente, y que posterior a eso empezó a correr entremedio de la confusión. Mientras corría, miró hacia atrás y ahí le llegó algo en la cabeza. En ese momento su memoria se fue a negro”.
En la Posta Central, los médicos le dijeron al lesionado que lo que le había llegado en la cabeza fue una lacrimógena, no un piedrazo, cuenta Villanueva. Eso le causó dos cortes en la cara y le dejó un diente fracturado.
“Dudé mucho si subir o no el video, por lo fuerte que es, pero lo hice porque me pareció demasiado importante. La gente tiene derecho a ver lo que está pasando y hacerse su propio juicio”, dice el joven. No quería sumar likes o más seguidores, agrega, porque generalmente sube fotos a sus stories de Instagram solo para que sus más cercanos las vean.
Si esta historia, en particular, no se hubiese transformado en viral, su protagonista jamás habría llegado a Cristián, quien lo ayudó a reconstruir los acontecimientos de ese día donde, incluso, fue él quien lo acompañó hasta la ambulancia.